Cuando llegan las olas de calor, el enfriamiento puede convertirse en un verdadero obstáculo. Por lo tanto, es necesario equipar tus dispositivos domésticos de acuerdo con el nivel de comodidad buscado. Asegúrate de que el equipo en cuestión pueda satisfacerte en todos los niveles, pero especialmente en el nivel de salud.
Aquí te mostramos cómo hacer la elección correcta entre aire acondicionado y ventiladores.
Durante la temporada de calor, la venta de ventiladores está en pleno apogeo, ya que tienen la funcionalidad de crear viento artificial. Su particularidad radica en el hecho de que crea aire para brindar una sensación de frescura.
Se trata de una solución adicional para aquellos que buscan un modo de comodidad puntual. Sin embargo, este aparato no tiene tecnología de control de temperatura. Similar a un sistema de soplador, funciona promoviendo la evaporación en la habitación, y esto, a corto alcance. Normalmente debe posicionarse a una distancia más o menos cerca para que el usuario pueda beneficiarse del rendimiento de éste.
Vienen en varias formas, tipos de instalación, pero también funciones. El objetivo es encontrar el dispositivo adecuado para mejorar tu nivel de comodidad durante los periodos de calor intenso.
Desde hace unos años, los aires acondicionados han estado llegando al mercado de equipos de control de temperatura para los hogares. Similar al funcionamiento de las bombas de calor, este equipo generalmente está compuesto por un compresor y un condensador.
El proceso es simple: se aspira el aire para luego enfriarse y difundirse a través de la habitación. Se puede clasificar como un aparato de refrigeración. El equipo, que puede ser fijo o móvil, mormalmente emite una frecuencia acústica más alta que el ventilador.
Los aires acondicionados son una buena alternativa para administrar el confort térmico en tu hogar. Permiten establecer la temperatura deseada dentro de un espacio interior.
Cada categoría tiene sus fortalezas y debilidades. En relación con las dimensiones de tu habitación, será más adecuado uno u otro. En general, los ventiladores no permiten bajar la temperatura en la habitación.
Sus funcionalidades se limitan a una simple mezcla de aire, caliente o frío. Sirven para refrescar a una o dos persona en particular y no a toda la habitación. Estos dispositivos también son más económicos además de ser potentes y manejables.
Los acondicionadores de aire, por otro lado, pueden controlar efectivamente la temperatura en tu hogar tanto si quieres que se refresque o por el contrario, que se caliente. Les puedes dar uso tanto en invierno como en verano. Sin embargo este tipo de aparatos son menos económicos, ya que afectan más al medio ambiente porque consumen más energía.
El ventilador ofrece el menor riesgo para la salud de los usuarios, tanto grandes como pequeños. Su uso presenta solo dos efectos secundarios, que son la irritación de los ojos o el resfriado. Ocurren cuando el aparato está permanentemente orientado hacia esa persona. Por lo tanto, evita este modo de función fija incluso en caso de calor fuerte.
Para los aires acondicionados, las consecuencias para el bienestar del usuario son mucho mayores. El uso intensivo de este tipo de equipos puede generar problemas de salud.
Si no evalúas con precisión las diferencias térmicas o en caso de presentarse un mantenimiento deficiente del equipo, estarás expuesto a complicaciones como secreción nasal, dolor de garganta, calambres musculares, ojos secos, etc. Si descuidas estos efectos, es posible que te enfrentes a problemas más graves, como pérdida de conciencia o paro respiratorio.
Para remediar esto, asegúrate de ajustar la temperatura del aire acondicionado correctamente y de hacerle el mantenimiento correspondiente para evitar problemas respiratorios por culpa de partículas alojadas en conductos y filtros.
En conclusión, son muchas las ventajas o desventajas que pueden presentar estos dos tipos de aparatos. Si bien nos preguntamos qué es más saludable, es cierto que el ventilador afecta menos al medio ambiente porque consume menos energía y no produce ese aire frío que conlleva varios problemas de salud.
Lo que si hay que tener en cuenta siempre es que tu salud depende de muchos factores externos o internos, como la limpieza de la habitación y de los aparatos, la temperatura asociada, posición, tiempo de uso, etc.