El diseñador Szymon Hanczar transformó con notable éxito los 13 metros cuadrados de una habitación en un pequeño e impresionante apartamento. ¿Cómo consiguió Hanczar crear un espacio tan funcional?
A continuación veremos las cuatro lecciones magistrales que se pueden aprender de este apartamento supereficiente.
En un espacio micro sólo hay una manera de vivir cabalmente y es con lo mínimo e indispensable. No puedes llenarlo de cosas pues el espacio se convertirá en inhabitable. Szymon lo logra aplicando un orden espartano para que no se le acumulen los papeles y objetos encima de los muebles. El blanco o cualquier color en una tonalidad muy clara es imprescindible para tener un ambiente luminoso. Los pocos muebles deben cumplir el mayor número de funciones,
Es vital aprovechar al máximo el espacio de almacenamiento. La cómoda sirve para guardar la mayor parte de la ropa de Szymon y el armario para las piezas grandes y algunos electrodomésticos como la aspiradora y la lavadora.
Cuando el espacio horizontal es muy pequeño, como en este caso, hay que aprovechar al máximo el espacio vertical. Szymon instaló su cama sobre la cocina y el cuarto de baño. En el pequeño altillo tiene suficiente espacio para sentarse sobre la cama.
También hay que llegar a un compromiso respecto a las prioridades de cada uno. Como Szymon no cocina redujo la suya a la mínima expresión, simplemente un rincón para preparar el desayuno con una cafetera, una pequeña encimera y un pequeño refrigerador. Decidió que podía vivir sin horno ni cocina. Prefirió, en cambio, darle más espacio al cuarto de baño.